LG y la importancia de la atención al cliente

Servicio-de-atención-al-cliente-Brother

La semana pasada, coincidiendo con un viaje a Zurich por motivos de trabajo recibí una llamada de mi mujer, pidiéndome ayuda porque se había roto la lavadora, y entre los niños, la casa y demás complicaciones diarias a ella no le daba para más. Consciente de lo que me jugaba… mi respuesta fue clara, directa y sin ningún tipo de titubeos: «Tranquila, yo me encargo…».

Teniendo en cuenta mi situación y donde estaba lo primero que se me ocurrió fue pedirle ayuda a Google, y cual fue mi sorpresa cuando la primera entrada que encontré fue una que rezaba: «LG: Queremos Ayudarte«, y allí que fui.

Mi primera impresión fue buena, una página bien montada, con servicios muy accesibles, fácilmente localizables y muy intuitivos. Entre todos ellos me decanté por el chat online, más allá de dar de alta la solicitud del servicio, necesitaba «hablar» con alguien a quien transmitirle mi problema, alguien a quien contarle que no me podía fallar, que mi mujer necesitaba ayuda urgente y a quién poder pedirle que sí o sí, me mandase a un técnico a arreglar la lavadora ese mismo día o al día siguiente.

El servicio de chat de LG es excelente, tras esperar no más de 10 segundos fui atendido por un técnico que se identificó por el nombre, que me guió rápidamente a través de las preguntas claves para poder dar de alta la incidencia con nivel de prioridad alta. Nada más concluir nuestra conversación me llegó un mail con la totalidad de la conversación transcrita y otro con la solicitud de servicio al proveedor responsable de la reparación en mi localidad, Valencia.

Hasta aquí todo lo bueno, eXperiencia de Usuario de 10, haciendo un uso inteligente de las capacidades digitales, movilizando rápidamente el servicio y poniéndoselo todo fácil al usuario, por comparación, como si del mismo Amazon se tratase en términos de atención al cliente.

Tras un esperar un tiempo prudencial, que en mi caso fue de sólo 30 min, y viendo que el servicio técnico no se ponía en contacto conmigo, decidí tomar la iniciativa y ser yo el que llamase al servicio técnico.

Según contacté con ellos me confirmaron que tenían la solicitud del servicio, que disponían de toda la información necesaria respecto al modelo y la avería, y que ese mismo día, como máximo a primera hora del jueves recibiría una llamada del técnico para fijar una cita y abordar la reparación a lo largo del jueves.

Y así fue, el jueves a las 8:30 recibí una llamada del técnico, que me confirmó que tenía el modelo de la lavadora y me dijo que acudiría a mi domicilio ese mismo día a las 14:30. Tras sugerirle la posibilidad de mandarle una foto con la goma averiada y otra con la placa con el número de serie y el modelo de la lavadora, el técnico me dijo que no era necesario, porque conocía el modelo y siempre llevaba gomas en el vehículo con el que se desplazaba. Por último me informó del precio de la reparación desglosando importe de la goma, coste del desplazamiento y mano de obra.

Resumiendo, que el jueves empezó con total tranquilidad por mi parte pensando que cuando mi mujer llegase a casa se encontraría con la lavadora reparada y un problema menos, pero no, las cosas no fueron exactamente así.

El jueves a las 14:45 recibí tres llamadas seguidas de mi mujer mientras yo estaba en una reunión de trabajo, a la tercera pensé: «algo pasa…», y efectivamente algo pasaba, tras disculparme con mis compañeros y fugarme para devolver la última llamada, la respuesta fue: «El técnico está en casa, dice que no tiene la goma porque nuestro modelo incorpora un desagüe y la que él lleva no lo tiene, tienen que pedir la goma y para ello le ha dicho a la Isabel que necesita una fianza. Al parecer ya te lo había adelantado en la conversación de esta mañana… Ante dicha situación Isa me ha llamado y mi respuesta ha sido que no le de un duro, al menos, hasta confirmarlo contigo». 10 segundos después estaba llamando al teléfono del técnico que me había llamado por la mañana, una, dos, tres, cuatro llamadas, nada… nadie me cogía el teléfono al otro lado de la línea. Cinco, seis, siete llamadas, nada de nada, no había forma.

Y ahí me quedé sin ningún tipo de noticias por parte del técnico, con la lavadora sin reparar y teniendo que esperar hasta el día siguiente para poder volver a contactar con ellos.

Y así llego el viernes, entre medias yo me hice un viaje de vuelta de Zurich a Valencia, y el viernes a las 9:15, volví al ataque llamando al servicio técnico. La respuesta fue que la goma estaba pedida, y que se pondrían en contacto conmigo una vez la recibiesen para programar la reparación. Y así fue como pasó le viernes, el sábado y el domingo, creo que no hace falta que os cuente que 5 días sin lavadora en una casa con niños de 3 y 5 años implica mucha ropa sin lavar… pero por fin, llegó el lunes, y con la llegada del lunes volví al ataque con el servicio técnico, nada… ni rastro de la goma, debería llegar hoy, eso fue lo máximo que les conseguí sacar… pero eso fue todo.

Como mi nivel de cabreo crecía a toda velocidad decidí desfogarme utilizando de nuevo el servicio de chat para poner una reclamación, algo que fue fácil y rápido, en paralelo lancé un tweet a LG España quejándome del servicio, tweet al que rápidamente tuve respuesta preguntándome sobre cuál era el problema para ver si me podían ayudar y pidiéndome disculpas, y así fue como paso el lunes, empezó el martes y a eso de las 11:00 después de seguir sin saber nada, con la vena del cuello muy hinchada volví de nuevo al ataque: que sí, que sí, que ya tenemos la goma, ahora mismo le llama el técnico para programar la reparación. Mi respuesta fue contundente. «No hace falta que ni me llame, le quiero en mi casa YA». A los 5 min estaba hablando con el técnico, su respuesta fue que me había llamado a primera hora, cuando yo no tenía ninguna llamada perdida… Pero bueno más allá de discutir, decidí enfocarlo en positivo, a los 30 min tenía el técnico en mi casa y a la hora la lavadora reparada, 105€ IVA incluido de factura y a otra cosa mariposa.

Y la moraleja de todo esto, ¿cuál es? Pues bien la moraleja es que unos servicios de atención al cliente haciendo uso de medios digitales excelentes no valen de absolutamente nada, si el servicio técnico físico que realmente tiene que solucionar el problema da un servicio deficiente.

Resultado: a pesar de estar muy contento con el resultado que hasta la fecha me ha dado mi lavadora LG, y a pesar de tener un buen concepto de la marca a nivel de producto, potenciado aún más si cabe viendo que en el acto de presentación de su nuevo teléfono, estaba presente Fernando Torres, debo reconocer que no creo que en el futuro me vuelva a comprar un electrodoméstico LG, ¿por qué? Porque el servicio post venta también importa, y en mi caso se han concatenado varios fallos que me en mi opinión no se deben producir:

  1. Sólo hay un servicio de asistencia técnica para la ciudad de Valencia.
  2. A pesar de tener el modelo con el número de serie de la lavadora, el técnico no quiso hacer uso de la información para garantizar la existencia del recambio. De haberlo hecho el mismo miércoles por la tarde podía haberse pedido el repuesto.
  3. La comunicación entre el SAT y yo ha sido muy deficiente, en ningún caso he tenido información transparente sobre el estado de la incidencia.
  4. No es de recibo que un SAT oficial te pida una fianza para programar una reparación.
  5. La excelencia de los medios digitales, en este caso diría que ha sido contraproducente, porque mi nivel de cabreo ha sido todavía mayor, pensando que lo podíamos haber hecho mucho mejor para solventar el problema mucho antes.

Resumiendo, un desastre, las expectativas generadas con el servicio online están a años luz del servicio real, y el nivel de desazón que se produce cuando no se resuelve de forma adecuada el problema es todavía mayor por las expectativas que se han generado.

 

3 comentarios sobre “LG y la importancia de la atención al cliente

  1. Totalmente de acuerdo David. Todos tenemos claro que el «Servicio» es la nueva «Venta»…y en este caso han perdido una…
    Los medios digitales son importantes…pero lo es más el continuum del servicio que es realmente la esencia que hay que garantizar

    1. Hay cosas que no cambian nunca, y sigue habiendo marcas que gastan más en la captación que en la retención. Los medios digitales han socializado las relaciones con las marcas y han creado un amplificador que hace todavía más importante el servicio post venta

  2. Muy bien explicado, a mí me está pasando casi lo mismo , más de un mes llevo con ello, web muy bien montada, pero una atención al cliente pésimamente formada, cero escucha activa, proactividad, ¿qué es eso?, desconocen las leyes de consumo que les afectan, no saben escalar, dan opiniones particulares, se ve que les han dado un minimo poder decisorio y lo unico que les interesa es saber si les autorizas a grabarles y generar partes, y educados, pero lamentablemente poco más

    Importante, no es culpa de la gente que atiende, ellos más no pueden hacer con las escasas herramientas que les proporcionan, si no de la dirección de atención al cliente y la de Posventa que observan todo ello de manera impávida y con cierta indolencia permitiendo que sus cliente pasen este calvario

    Si Amazon lo hace tan, tan bien, ¿qué cuesta hacerlo al menos un poco como ellos?

Replica a PEDRO Cancelar la respuesta