Tras un paréntesis de varios meses, demasiados, sin publicar nuevas entradas en este Blog, retomo la actividad, con ganas renovadas y mucha ilusión, empezando una nueva etapa, en la que me he propuesto darle una nueva y definitiva vuelta de tuerca, para convertirlo en un fiel reflejo de hacia donde van mis pensamientos en el Nuevo Mundo Digital.
Y para ello, nada que mejor que empezar esta nueva serie, con una reflexión sobre mi visión de lo que ha pasado durante los cerca de 20 meses que han transcurrido desde la que fue mi última publicación, que por si alguno no recuerda, se llamaba, Viviendo en un Nuevo Mundo Conectado.
Pues bien lo que ha pasado en estos 20 meses es que el IoT ha muerto, sí has leído bien, mi impresión es que Internet of Things ha muerto.
¡Qué locura!, llegados a este punto estoy 100% seguro de que más de uno y más de dos, pensarán que: o me he vuelto loco, o me he fumado algo o durante los 20 meses que ha durado mi ausencia un alien se ha apoderado de mi. Pues no, nada de esto ha pasado, dejadme que me explique.
Si os acordáis en la última entrada antes del parón hablaba de en qué estado se encontraba la industria del IoT, y hacia un símil con una cacerola en la que el agua caliente empieza a hervir y da lugar a miles de pequeñas burbujas que empiezan a aflorar a la superficie indicando que en breves segundos llegarán las burbujas grandes y la superficie del agua cambiará radicalmente para convertirse en un pequeño caos.
Pues bien 20 meses después, mi sensación es que posiblemente mi predicción fue errónea, el impacto de la tecnología de IoT en la industria no ha sido ni tan rápido ni tan grande como yo pensaba, y es más, me atrevo a decir, que creo que a día de hoy la industria de IoT, tal y como la conocíamos, ha muerto. Pero ha muerto para volver a nacer, a nacer con mucha más fuerza de la que tenía hace 20 meses, y lo ha hecho con muchísimo más sentido, con muchísima más fuerza, y embebida en algo mucho más grande: el ciclón de la Inteligencia Artificial.
Como en esta nueva serie de entradas estoy seguro de que la Inteligencia Artificial ocupará un lugar 100% protagonista, no un tema en el que me vaya a extender más, ya habrá tiempo para ello, pero lo que sí voy a hacer es explicar un poco más mi afirmación y el por qué creo lo que creo.
IoT ha muerto, porque tenía que morir, y tenía que morir, porque necesariamente tenía que hacerlo para volver a brotar con más fuerza, dejadme que me explique.
El hecho de conectar a Internet un dispositivo que hasta la fecha no estaba conectado, tiene una consecuencia inmediata: la disponibilidad de los datos que me llegan desde el dispositivo, y nos empuja necesariamente a hacernos una batería de preguntas: ¿para qué queremos esos datos?¿qué podemos hacer con ellos?¿qué valor nos pueden aportar?
Durante muchos meses, la industria de IoT fue como el salvaje oeste, un lugar inhóspito al que los colonos se lanzaron en carrera sin igual, con un único objetivo: ser el primero conectando todo aquello que no estaba conectado. Sin embargo, tras no pocos batacazos, y más de una frustración, la industria ha llegado a un nuevo nivel de madurez en el que el foco ha pasado del ¿qué? al ¿por qué? Y es aquí donde IoT ha convergido con AI para dar lugar a una nueva realidad mucho más potente: el poder de los datos.
IoT es datos, y los datos son el elemento básico requerido en cualquier solución de Inteligencia Artificial. Sin datos no hay valor, pero sólo con datos tampoco, y ese es el momento en el que IoT murió, para volver a nacer con muchísima más fuerza de la mano de la Inteligencia Artificial.
La Inteligencia Artificial o AI, es el elemento diferenciador y clave, que nos permite maximizar el valor de los datos que pasan por nuestras manos para poder adoptar decisiones inteligentes, automatizar procesos, prevenir riesgos, mejorar ventas, etc, etc, etc. Es el motor y el fin último que da valor y sentido a los proyectos de IoT, es el elemento clave que nos permite destilar los datos y transformarlos 100% en valor.
Y por este motivo, la integración del IoT, como una capacidad más requerida en la industria de la Inteligencia Artificial, es una evolución natural y lógica.
Esta es una nueva etapa de racionalización, donde los clientes empiezan planteándose la visión estratégica del viaje que quieren emprender, el ¿por qué?, y sólo después de tener clara la respuesta a esa pregunta pasan a las dos siguientes: ¿qué quiero hacer con los datos? y ¿para qué lo voy hacer?
Es una nueva etapa con mucho más potencial que la anterior, donde partimos de una base muchísimo más rica: ya tenemos muchísimas más cosas conectadas, y donde el foco pasa a estar puesto en la consecución de resultados, que sí o sí pasan por el valor que podamos sacar de los datos.
Y este es el motivo por el cual, creo que tenemos que estar de celebración, por qué sí IoT ha muerto, pero ha muerto para volver a nacer con mucha más fuerza, la fuerza de los datos y la Inteligencia Artificial. D.E.P.